Los problemas con los autos parecieran aparecer en invierno. Tu batería podría no funcionar bien o tus llantas perder presión. O algo tan simple como notar que tus plumillas necesitan un cambio.
Estos son algunos de los problemas que los dueños de vehículos enfrentan cuando llega el invierno, especialmente si eres del sur de Chile, donde sabemos las lluvias y bajas temperaturas pueden ser extremas. Pero la buena noticia es que puede prevenirlos revisando los puntos clave para mantener tu auto a punto este invierno.
Para asegurar que tu vehículo está listo para el frío del invierno, aquí tenemos 7 puntos que debes incluir a tu lista de mantenciones:
Revisa tus niveles de aceite:
Confirma que el nivel esté entre el mínimo y máximo, ambos extremos, muy bajo o alto pueden ser problemáticos. 1 de cada 3 autos que circulan por las calles tiende a tener niveles de aceite muy bajos, lo que puede provocar un fallo general o daños del motor. Comprueba el nivel cuando el auto ya este a buena temperatura, en un auto frío el aceite parecerá bajo.
Con el frío el aceite se espesa, lo que provoca que cueste más partir al vehículo. Asegúrate de que estés usando la viscosidad y tipo correcto de aceite según recomienda el fabricante para que dure el máximo tiempo posible.
Mide y revisa tu batería:
Si tu vehículo arranca o le cuesta en un clima muy frío o húmedo, probablemente sea un problema de batería. De manera preventiva debes medir y asegurar que esté cargada al máximo. Generalmente, la batería no mostrará signos de problemas hasta que es demasiado tarde. Siempre es bueno tener cables para hacer puente con otro auto en caso de que debas cargar tu batería en emergencias en la ruta. En vez de esperar que tu batería no falle, lo mejor es mantenerla siempre cargada y cambiarla típicamente cada 3-4 años.
Comprueba el estado de tus neumáticos:
Los neumáticos gastados son peligrosos en cualquier temporada o clima, pero lo son especialmente cuando la distancia de frenado aumenta en pavimento mojado. Comprueba que no estén muy gastados, con daño visible y recuerda ir rotando tus neumáticos de manera regular.
El otro problema del frío es la perdida de presión constante. Mantén el correcto nivel de presión según indica el fabricante y de paso verifica la alineación de las ruedas. Esto ayudará a que no se consuma combustible de manera ineficiente, a que el manejo del auto no sea incómodo y que se gasten las llantas de manera pareja. (no está de más recordar tener una rueda de repuesto en buenas condiciones).
Comprueba fluido anticongelante (refrigerante):
Revisar este fluido es parte importante de los chequeos de invierno. Cuando se pone más frío, los fluidos tienden a espesarse. Esto afecta su correcto funcionamiento y como interactúa con las partes del vehículo.
Por lo general, los vehículos más antiguos deben renovar el refrigerante cada 2 años. Pero para los más nuevos, puedes despreocuparte por hasta unos 5 años y esto no será nunca tema. Comprueba siempre la indicación de fabricante para asegurarte.
Frenos:
Que tus frenos estén en óptimas condiciones es obvio y una prioridad de seguridad, pero en invierno se necesita aún más. ¿Recuerdas lo que dijimos de fluidos espesándose en invierno? Pues los líquidos de frenos también deben ser un punto a revisar en meses fríos. No es suficiente rellenar el nivel sin que un profesional compruebe el estado de tu sistema de frenos.
Es posible además que necesites reemplazar las pastillas u otra parte, especialmente si escuchas ruidos o sientes vibraciones al frenar.
Plumillas:
Para que esperar a última hora para reemplazar esta simple parte de tu vehículo. No importa que tan buen conductor seas si no tienes una correcta visual del camino. Lluvia, neblina o clima nublado afectan la visibilidad en invierno, para que añadir más problemas con un parabrisas sucio.
Calendario de mantenciones y accesorios necesarios:
Aparte de los puntos mencionados arriba, por tu seguridad mantén siempre en condiciones tu kit de emergencia, botiquín y herramientas.
No olvides hacer tu mantención regular, por lo menos 1 vez al año llevar a revisión tu vehículo o según el kilometraje indicado por el fabricante.
Estos son algunos puntos recomendados arevisar y evitar pasar malos ratos por ahorrar tiempo o dinero que finalmente se traducen en dolores de cabeza.
