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Transmisión CVT, ¿Qué es y cómo funciona?

Escrito por Farellones | Mar 7, 2023 3:59:10 PM

Obtener un mayor conocimiento acerca de las CVT puede ser útil para tomar una decisión adecuada al momento de adquirir un automóvil y también cuando este requiera reparaciones.

¿Cómo funciona una transmisión CVT?

El motor de un vehículo incluye una pieza fundamental llamada cigüeñal, la cual gira miles de veces por minuto y se mide en r.p.m. o revoluciones por minuto. Esta rotación es la que proporciona la energía necesaria para mover las ruedas. Sin embargo, antes de llegar a las ruedas, la rotación del cigüeñal debe ser transformada para adaptarse a la velocidad de conducción del vehículo.

En los sistemas de transmisión convencionales, los engranajes son los encargados de transmitir la energía generada por el motor al movimiento de las ruedas. Durante la fase de aceleración, se usan marchas bajas para aumentar la potencia y, posteriormente, se cambian a marchas más altas durante la conducción a velocidad constante para reducir las revoluciones por minuto del motor y mejorar así la eficiencia en el consumo de combustible.

En las transmisiones convencionales, cada engranaje tiene una relación de transmisión fija. Cuando se acelera o reduce la velocidad, una transmisión automática cambia de marcha automáticamente según sea necesario, mientras que, en una transmisión manual, el conductor debe cambiar las marchas por sí mismo. Durante la aceleración, se puede oír el aumento de las revoluciones del motor que también se puede observar en un tacómetro que indica las r.p.m. Cuando se produce el cambio de marcha, las revoluciones caen y luego el motor vuelve a acelerar.

A diferencia de las transmisiones convencionales, que tienen un número limitado de relaciones de transmisión fija, una transmisión continuamente variable (CVT) ajusta su relación de manera constante y continua, de ahí su nombre. En otras palabras, la relación se adapta automáticamente a las necesidades de la conducción sin importar la velocidad del vehículo.

Cuando se presiona con más fuerza el acelerador, las revoluciones del motor aumentarán, pero en una transmisión CVT, la relación de transmisión se mantiene constante en lugar de forzar un cambio hacia arriba o hacia abajo antes de volver a aumentar.

En vez de emplear un sistema de engranajes, la mayoría de las transmisiones de variación continua (CVT) utilizan dos poleas. La polea motriz se encuentra conectada al motor, mientras que la polea conducida transmite la energía a las ruedas. Ambas poleas tienen dos conos que pueden alejarse o acercarse, lo que permite variar el diámetro de las mismas. De este modo, se puede ajustar la relación de transmisión y lograr una mejor eficiencia en el rendimiento del vehículo. Esta tecnología, al no tener marchas, proporciona una conducción más suave y continua.

Para unir las poleas, se emplea una correa o cadena que se desliza entre ellas. Cuando una de las poleas cambia su diámetro, la correa permanece tensa, lo que obliga a la otra polea a ajustar su tamaño para equilibrar la transmisión de potencia del motor a las ruedas. De este modo, se logra establecer una relación adecuada entre las dos poleas y transmitir la energía de manera más eficiente. Esta tecnología de transmisión continua permite que el motor funcione en un rango de RPM más amplio, lo que se traduce en una conducción más suave y eficiente.

Problemas más comunes de la transmisión CVT

Aunque algunas de las primeras transmisiones de variación continua (CVT) presentaron problemas de confiabilidad, en general la mayoría de las CVT actuales tienen un nivel de fiabilidad similar al de las transmisiones automáticas convencionales. Sin embargo, en caso de que ocurra algún fallo, el costo de reparación puede ser más elevado que el de las transmisiones convencionales. Por esta razón, es importante seguir un programa de mantenciones rutinario recomendado por el fabricante. Para obtener más información sobre cómo mantener tu CVT en óptimas condiciones, consulta el manual del propietario.

Para los conductores no familiarizados con la transmisión CVT, puede resultar difícil identificar posibles problemas debido a las diferencias con la transmisión automática convencional. Sin embargo, algunos indicios que podrían indicar la necesidad de reparación de una CVT son ruidos fuertes, pérdida momentánea de potencia o sacudidas al acelerar, así como una demora en el cambio de marcha entre las posiciones Park, Reverse y Drive. Es importante estar atento a estos síntomas y llevar el vehículo a un taller en caso de ser necesario.

Transmisión CVT vs transmisión automática

En cuanto a el funcionamiento, tanto una transmisión CVT como una transmisión automática convencional funcionan de manera similar: se coloca la palanca de cambios en la posición Drive y se conduce como de costumbre. Además, al igual que con una transmisión automática, una transmisión CVT también cuenta con las posiciones Park, Reverse y Neutral.

Cuando las transmisiones CVT comenzaron a ser más populares, a menudo se asociaban con un efecto conocido como "banda elástica". Aunque cumplían con su función correctamente, al conducir se experimentaba una sensación similar a si alguien estuviera estirando y soltando una banda elástica, lo que podía resultar incómodo para algunos conductores. Además, estas transmisiones también tendían un ruido característico. Sin embargo, En los últimos años, estas transmisiones han experimentado mejoras significativas, hasta el punto de que en ocasiones resulta difícil diferenciarlas de las transmisiones automáticas convencionales. Algunos modelos incorporan "puntos de cambio" preestablecidos para hacer que su manejo sea más familiar para los conductores. Sin embargo, cabe destacar que estos puntos de cambio no corresponden a cambios de marcha reales, ya que la mayoría de los conductores están acostumbrados a la sensación de una transmisión automática continua.

Del mismo modo que algunos vehículos con transmisión automática tienen una opción de "modo manual", que permite al conductor cambiar secuencialmente entre marchas mediante las paletas de cambio del volante o la palanca de cambios, algunas transmisiones CVT también ofrecen esta característica entre los puntos de cambio preestablecidos para una experiencia de conducción más deportiva.

Las transmisiones CVT ofrecen diversas ventajas, incluyendo una alta eficiencia de combustible. Además, la aceleración y la conducción resultan más suaves, especialmente en terrenos montañosos, donde las transmisiones automáticas convencionales pueden alternar entre dos marchas en un proceso denominado "búsqueda de marchas", tratando de igualar las revoluciones por minuto del motor con una marcha específica. Asimismo, las transmisiones CVT pueden hacer que los motores más pequeños y menos potentes se sientan más dinámicos que una transmisión automática, lo que añade más diversión a la experiencia de conducción.

La mayor ventaja de la transmisión de variación continua (CVT) es su capacidad para mejorar la eficiencia del consumo de combustible en los vehículos que la utilizan. A diferencia de las transmisiones automáticas convencionales, las CVT son más ligeras y ofrecen una aceleración más suave, lo que se traduce en un manejo más cómodo y una mayor economía de combustible. Gracias a su diseño sin marchas, las CVT pueden optimizar la relación de transmisión para cada situación de conducción, lo que contribuye a un rendimiento más eficiente del motor y una reducción en las emisiones de gases contaminantes.